No voy a descubrir nada aqui diciendo que la publicidad esta dirigida a un aspecto subliminal que despierte factores subconcientes.

Del mismo modo se aprovecha el caracter masivo y repetitivo de las publicidades (una publicidad filmada en un pais puede ser repetida en todo el planeta solo doblando las voces) para insertar conceptos y opiniones en las masas. La idea en muchos casos es insertar el producto al mercado a traves de la retina del observador logrando que el comprador asocie un producto cuando lo ve en una tienda con la sensacion de alegria, poder, gozo o lo que sea que la publicidad haya impulsado.

Del mismo modo esta receta se utiliza para insertar otros tipos de conceptos que se refieren a lo habitual de modo de acostumbrar nuestro cerebro a determinadas situaciones de caracter social. Con esto me refiero especificamente a la norma general de las publicidades televisivas y graficas que recibimos diariamente en las cuales nos habituan a determinadas situaciones como «naturales» cuando estan lejos de serlas, en este sentido es comun que veamos cosas que nos hacen sentir acostumbrados a hechos puntuales. Chemtrails, desvirtuaciones y exhaservaciones sexuales, conducta nihilista y egocentrica, superficialidad de las cosas, aceptacion del control autoritario, manipulacion para no cuestionar la autoridad, estupidizacion, consumismo ridiculo y muchos otros eventos podemos ver todos los dias y en muchos casos sin darnos cuenta, para acostumbrarnos a que «eso es normal» y «eso esta bien» y que forma parte d enuestra vida diaria.

Miren algunos ejemplos con los que intento ilustrar este concepto:

Fanta y el Gran Hermano
Destinado a situarnos en una situacion de control y observacion permanente.

BBC
Sobran los comentarios, veanlo ustedes mismos.

Q-Cells
Destinada a habtuar el ojo a la presencia de estelas quimicas y ademas presentarnos una sociedad al estilo China socialista.

Estos son solo algunos de los miles de ejemplos de publicidades que hacen algo mas que tan solo intentar vendernos un producto, nos inducen ideas.

Pero como funciona este proceso? de que manera el se humano recibe esta informacion descartando la capacidad de analisis? Como se logra la infiltracion subliminal de un concepto?

Cuando el presidente de los Estados Unidos, W. Wilson, desembarco en Europa al final de la primera guerra mundial, llevaba consigo un discurso que hablaba de las bondades del sistema democratico y de como los Estados Unidos habian peleado para la victoria sobre las fuerzas del mal. La gente compro la idea y Wilson fue aplaudido y alabado por incontables masas que poco recordaban acerca del papel tardio y ridiculo que tuvo Estados Unidos en la guerra. En ese momento nacio un concepto totalmente nuevo para la publicidad: La PROPAGANDA (en realidad el concepto es antiquisimo, pero nunca habia sido llevado al comercio).

Llevado al circuito comercial, este concepto fue un Boom, ya que no solo se ofrecia el producto en si mismo sino tambien se creaba la necesidad de poseerlo para satisfacer una necesidad que no existia antes.

Al igual que la politica, la propagnda es basicamente mentira disfrazada en necesidad.

Muchos años despues, un concepto renovado de la propaganda y aggiornado gracias a la posibilidad de disponer de tecnologia que lo permita, nace el NEUROMARKETING, disciplina que directamente tiene la capacidad de insertar informacion en nuestro cerebro, nos guste o no.

La televisión como fenómeno social recibe escasas críticas en comparación con el enorme poder del que dispone para autopromocionarse. Aún así las pocas críticas que sobre ella se vierten suelen centrarse en la facilidad con la que puede realizar una manipulación partidista (se menciona menos la manipulación ideológica), en lo indeseable de algunos de sus contenidos, en especial los violentos, y en la frecuente falta de calidad y la trivialidad de muchas de sus propuestas (telebasura). Las propuestas derivadas de estas críticas se centran a su vez en una mayor democratización de sus estructuras, en la autocensura ética de alguno de sus contenidos, en una tibia llamada a la calidad de sus programas y en un repertorio de propuestas educativas para “ver mejor” la televisión con una perspectiva más crítica. De lo que no se habla casi nunca es de las repercusiones sociales, políticas, psicológicas y ecológicas de la televisión en sí misma, como bombilla de colores, que es mirada por millones de personas durante una media de tres horas y media al día. La televisión es un aparato especialmente eficaz para suprimir millones de interacciones entre las personas y todo lo que la interacción produce: conocimiento, lenguaje, comunicación, estructuras de relación, afecto, contacto, conflicto, creación, organización social y poder. Basándose en la dificultad que el cerebro tiene (y en especial el sistema emocional) para distinguir entre la realidad y las imágenes virtuales, la televisión desplaza las interacciones de las personas entre sí y con el territorio, y las sustituye por la contemplación de un espacio virtual en continuo movimiento, cuyas imágenes han sido seleccionadas y manipuladas intencionalmente por unas pocas personas al servicio, en última instancia, de la comercialización a gran escala. La televisión mientras, desarticula las redes naturales de relación social, desplaza las preocupaciones al espacio virtual y esconde el deterioro del espacio real. A su vez consigue, con una eficacia desmesurada y sin que se note mucho, acelerar la concentración de poder sobre la realidad misma.

Francisco Cembrano Diaz – Revista Intervencion Psicosocial

El sistema nervioso necesita una estimulación mínima para no desorganizarse. Por eso miramos el fuego de la chimenea en una habitación en semipenumbra, la cascada en una pared de la montaña y las luces del árbol de navidad. En un salón de objetos familiares y estáticos, en ausencia de otros estímulos, miramos antes la TV que la pared o el armario. No es necesaria una propuesta televisiva muy interesante. Como una bombilla de colores en movimiento que es, capta nuestra atención con más poder que el verde del sofá o las curvas inmóviles de las cortinas.

Para mantener su atención la pantalla necesita producir numerosos estímulos y alteraciones. El espectador no aguantaría la imagen estática de un locutor más allá de unos pocos minutos. Por eso la TV hace una pequeña trampa que se denomina “acontecimiento técnico”. Un acontecimiento técnico es la alteración intencionada del flujo o movimiento natural de un acontecimiento: un cambio de plano, una aceleración, una ralentización, un objeto que entra en pantalla, un cambio de sonido, una perspectiva extraña, etc. Si se mira una televisión encendida desde detrás de la pantalla en una habitación a oscuras, puede observarse un relampagueo constante que indica la utilización de acontecimientos técnicos visuales con el objetivo de mantener la atención del espectador. Escucha el griterío y los ruidos de la televisión del vecino en una noche de verano: son los acontecimientos técnicos auditivos.

El fenómeno de la habituación al estímulo, bien conocido por la psicología de la percepción, ha provocado que el número y la velocidad de acontecimientos técnicos haya ido subiendo con los años en los programas de la televisión (de uno cada 20 segundos a uno cada 4 segundos). En la publicidad (en general de poco interés para el espectador) el número de acontecimientos técnicos sube a uno cada uno o dos segundos para mantener la atención sobre la pantalla. Las películas por su parte se parecen cada vez más a la publicidad y ésta a los video-clips. El espectador, al aburrirse, provoca con el mando a distancia nuevas alteraciones que le siguen manteniendo pegado a la pantalla. En el mundo real las cosas no se alteran claramente cada dos o cuatro segundos, así que el mundo real puede llegar a ser menos atractivo para el sistema nervioso que la televisión.

Para mantener la atención, además de la aceleración de los acontecimientos técnicos, ha sido necesario ir subiendo el impacto emocional de las propuestas televisivas. Así se ha ido incrementando el valor provocativo de los estímulos, lo que antes era un debate tranquilo, ahora tiene que ser necesariamente acalorado, la retransmisión de robos de ficción ha ido dando paso a la filmación directa de conductas delictivas. El repertorio de extravagancias empieza, a su vez, a ser habitual. Al igual que ya se televisan intervenciones quirúrgicas, es previsible la retransmisión de la tortura, los suicidios y todo aquello que pueda mantener sentados a los espectadores, para que vean entre unos y otros programas, o en el interior de los mismos, unos cuantos mensajes de carácter comercial o ideológico. Para mantener la atención la televisión transforma todo lo que trata en espectáculo. El discurso político, el conocimiento, el conflicto, el temor, la muerte, la guerra, la destrucción son fundamentalmente espectáculo para la televisión.

De acuerdo con los estudios de los propios medios de “comunicación”, sólo una pequeña proporción de la audiencia elige por anticipado el programa que va a ver. En general la primera decisión es ver la televisión y luego se pasa por los diferentes canales hasta que el más atractivo o el menos aburrido es seleccionado.

De la misma manera, el esfuerzo necesario para obtener y procesar información compleja es muy superior al de convertirse en receptáculo de imágenes e informaciones cortas, por eso una parte importante de las personas optan por “informarse” a través del televisor, incluso aunque sospechen que es una información interesada.

La televisión no tiene por qué dar mucha satisfacción para acceder a ser mirada (ver gráfico), pero la da de forma inmediata, lo que no hace casi ninguna otra actividad humana. Este sencillo mecanismo, junto con el hecho de que también requiere un ligero esfuerzo dejar de mirarla para establecer una actividad alternativa, podría dar razón de que sea la segunda actividad en orden de importancia después del trabajo regulado o doméstico. Este sencillo mecanismo es también el causante de los cientos de millones de interacciones, elaboraciones propias y experiencias que han dejado de ocurrir entre las personas desde que se popularizó el uso de la televisión. (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=10013)

Considera una situación cotidiana como la siguiente: estás sentado cómodamente en el salón de tu casa viendo por enésima vez un episodio de Star Trek, en el que Kirk, Spock y Scotty intentan salvar desesperadamente la nave de un ataque Klingon, tras haber aterrizado en algún planeta lejano. En esa situación del MundoReal™ (tú en tu salón) te encuentras simplemente inmerso en la historia de aventuras espaciales. Pero si lo vieras desde fuera, esto sería lo que realmente estaria sucediendo:

* Tu cerebro ignora por momentos que la historia estás viendo es de ficción, que está situada en un futuro lejano que no es real, en un lugar lejano que tampoco existe.
* Tu cerebro te hace pensar que Kirk, Spock y McCoy son personajes reales, cuando en realidad son otras personas actuando e interpretando un papel.
* Tu cerebro pasa por alto que los decorados baratos son de cartón piedra y las naves, miniaturas. A cierto nivel crees que esos escenarios y naves espaciales existen y que los protagonistas viajan en ellas.
* El montaje cinematrográfico requiere grabar cada escena con múltiples tomas, diferentes planos y saltos temporales, algunos bastante evidentes. Tu estás viendo la serie en televisión, pero para tu cerebro todo tiene una continuidad perfecta, como si estuvieras viviendo en 45 minutos uno o varios días reales de acción. (Y si has visto alguna vez un making of te das cuenta de que ni siquiera cuando dos personajes dialogan fueron grabados al mismo tiempo.)
* Tu cerebro escucha la voz de los actores mientras les ve mover los labios, aunque en realidad son personas hablando en otro idioma. Realmente estaban hablando en inglés, pero tú escuchas otras palabras en castellano. Cada vez que ves una película doblada se produce este genial efecto, que aceptas con total naturalidad. ¡Por favor! La voz de Kirk es en realidad de una persona real llamada Constantino Romero, al que incluso habrás visto en otros programas, pero tu cerebro también ignora eso a menos que te fijes especialmente en ello.
* Tu cerebro utiliza trucos ingeniosos para hacerte creer que una imagen plana en la pantalla de la televisión es en realidad una escena real en tres dimensiones. Más adelante lo recuerdas todo con profundidad y detalle, y podrías hasta construir un modelo 3-D bastante aproximado del puente del Enterprise.
* Si estás concentrado en lo que estás viendo, tu cerebro ignora toda imagen que haya alrededor de la televisión y los ruidos de ambiente, concentrándose en la historia.
* Aunque tus ojos realmente están viendo 25 fotogramas o «imágenes estáticas» por segundo procedentes de la televisión, tu cerebro te hace creer que el movimiento es tan fluido y continuo como el del MundoReal™. Este otro efecto, como el del doblaje, también es genial que exista en nuestras mentes, porque sin él no podríamos disfrutar ni del cine ni de la televisión. (Se cree que algunos animales como los insectos, ven muchos más «cuadros por segundo» de modo que para ellos ver la tele es como mirar una sucesión de diapositivas.) (http://www.microsiervos.com/archivo/mundoreal/cerebro-realidad.html)

Ver televisión no requiere un esfuerzo mental especial, a diferencia de la lectura, por ejemplo. No implica esfuerzo por aprender, ni habilidad para adquirir: no exige inteligencia. Las personas se sientan frente al televisor, no como lectores se ponen frente a un libro —lo que requeriría un esfuerzo—, sino como espectadores, con una actitud totalmente pasiva. Las imágenes se ofrecen sin que el telespectador haga ningún esfuerzo, no requieren capacidad reflexiva o analítica alguna.

Frente al televisor estamos por debajo del estado de alerta normal en una persona. Por otro lado, tener la vista fija produce un estado cercano al trance, como de ensoñación. (Esto ha sido demostrado haciendo mediciones de la actividad eléctrica cerebral.) Por eso es que no filtramos la información y quedamos expuestos a la manipulación.

La acción de los estímulos recibidos desde la pantalla, y las sensaciones por ellos generadas en las áreas más profundas del cerebro, pueden producir estados de euforia o de temor, de alegría o de tristeza, placenteros o depresivos, sin que las personas que los viven sepan por qué se producen. La imagen televisiva entra en la mente de manera subliminal, es decir, sin ser percibida conscientemente.

Elementos para analizar una publicidad

Los efectos nocivos de la televisión no son producidos exclusivamente por los programas que se emiten: un rol importante lo juegan los espacios de publicidad. A continuación se presenta una guía básica para analizar un aviso o propaganda. Siguiéndola se podrá descubrir el mensaje que la misma transmite y los medios de que se vale para hacerlo.

1 ¿Qué se ve en el anuncio? (Prestar atención a todo: paisajes, personas, leyendas, objetos, etc.)
2 ¿Qué producto se quiere vender?
3 ¿Cuál es su marca?
4 ¿Cuáles son las palabras que se destacan más y cuáles menos? Entre palabras e imágenes, ¿qué es lo que más se destaca?
5 ¿A quién va dirigido el anuncio? (Nivel económico-social-cultural, edad, sexo)
6 ¿Cómo está hecho el anuncio? ¿De qué forma? (Tener en cuenta cuatro cosas: el «enganche», utilizado para atraer de inmediato la atención; las líneas visuales que dan realce al producto (color, postura de los personajes); el nombre del producto, que se destaca de las demás letras; los argumentos que se esgrimen para vender el producto: placer, poder, fama, prestigio, autodominio, dinero, etc.)
7 ¿A qué apunta la propaganda? (Algo que el consumidor no tiene y desea: sensualidad, conquista del otro sexo, poder, dinero, tranquilidad, etc.)
8 ¿Qué soluciones ofrece para esas carencias? (Teniendo el producto se puede ser feliz: en lo sexual, por su carga erótica, varonil, femenina, de atractivo, de fuerza o de placer; en el amor, por su condición maternal, paternal, por su ternura o su bondad; obteniendo seguridad, a través de la riqueza, el dominio, la salud, la decisión, el poder, el prestigio o el éxito; obteniento reconocimiento, siendo más agradable, distinguido, alegre, bello u original, y logrando así un mejor status social)
9 ¿Sobre qué necesidades profundas del potencial consumidor se apoya el mensaje?
10 ¿Qué ideal de mujer o de hombre se encuentran implícitos en el mensaje?

Apaga la Tele, prende un libro


comentarios
  1. luzzyra dice:


    juuu!! O.O
    esta es muyy descarada, yo creo que nos toman el pelo porque el tema se ha puesto de moda. o sea que la moda es ser conspiracionista! jajaj! hay que verle el lado positivo al asunto. o no?

  2. cristy dice:

    Lo que molesta y mucho es que con estas publicidades por demás estúpidas,la simbología se torne parate de la estupidez a ojos de la gente.
    Eliminen la caja boba! Sáquenla del medio y van a ver qué hermoso es ver que la silla que ocupa en nuestra mesa este desconocido enfermizo, se esfumó.

    • fleko2012 dice:

      yo no puedo dejar de pensar en la «mofa del ritual» que me enseñara chems, me parece que hay mucho de eso, o sea, no solo nos tratan de controlar sino que ademas nos tratan de estupidos.
      Mientras los dejemos….

  3. Vltrxd dice:

    La Tv fue un invento genial
    Fue buena la tele alguna vez ? osea desde siempre se uso como «arma»

  4. Vltrxd dice:

    me olvide del signo de pregunta xD «siempre se uso como arma?»

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